Es antioxidante y protege la piel, la vitamina C es uno de los mejores ingredientes contra el envejecimiento.
Existen muchísimas creencias falsas en torno a la Vitamina C, internet está repleto de información, y no siempre damos con la opción correcta. Además, el boca a boca y los mitos de toda la vida, son ideas que no siempre son fáciles de cambiar.
¿Quieres saber cuáles son? ¡Seguro que ya te sabes alguna! Prepárate porque te traemos un verdadero-falso que quizá desmonte alguna de las teorías que dabas por ciertas. ¡Empezamos!
La vitamina C es peligrosa si te expones al sol.
FALSO. Esta teoría no está demostrada. Es más, si la acompañas de protección solar ayuda a prevenir el fotoenvejecimiento y refuerza la acción del mismo protector.
Los cosméticos que la contienen manchan la piel.
FALSO. Al contrario, la vitamina C al ser un inhibidor de tirosinasa minimiza la pigmentación y unifica el tono de la piel.
La vitamina C es recomendable para todo tipo de pieles.
VERDADERO. Por su actividad, este ingrediente es apto para todo tipo de pieles: grasas, normales, secas… y para cualquier género y edad.
No se puede combinar con otros activos.
FALSO. Siempre y cuando se trabaje con fórmulas estables de Vitamina C y retinol no debe presentar problemas.
La vitamina C no es apta para pieles sensibles.
VERDADERO y… FALSO. Es cierto que puede irritar la piel siempre y cuando su fórmula no sea estable, por eso debemos tener cuidado con los productos que compramos.
No puede usarse por el día.
FALSO. Los mayores beneficios de la vitamina C se obtienen a la luz del sol: protegiendo y aportando luminosidad.
Cuanta más cantidad en la piel mejor.
FALSO. La eficacia de este ingrediente no depende de la dosis aplicada, sino de las características y capacidad de formulación del principio activo sobre la piel.
¿Sorprendido? ¿Creías firmemente en alguno? Lo cierto es que la vitamina C tiene innumerables beneficios, si te has animado a probarla o si ya lo hacías; vamos a darte algunos truquitos para que su actividad sea mucho más efectiva.
Aplícala por la mañana.
Justo después de lavarte la cara y aplicar cualquier otro tipo de crema se recomienda aplicar este antioxidante.
Para todas las pieles y todas las edades.
A partir de los 20 y para todo tipo de pieles, jóvenes y maduras, secas, grasas… eso sí, no en todas las etapas de la vida se debe usar la misma concentración.
Elige en función del pH.
Mientras las pieles normales tienen una absorción óptima con un pH bajo, de media 3’5. Las sensibles, deben subirlo a una fórmula de 5 a 6, que corresponde con el pH natural de la piel, con lo que será menos agresivo para ellas.
Ten paciencia.
No vas a obtener resultados de un día para otro, la mejora de tu piel requiere semanas de uso continuo.
Como ves la vitamina C es el antioxidante por excelencia, de los más potentes y eficaces. Recuerda que cada piel es diferente y puede tardar más o menos en ser efectiva.
Pero ten algo por seguro… ¡te notarás muchísimo mejor mejor!