¿Conoces el dry brushing o cepillado corporal? Te contamos todo lo que debes saber para implantar esta rutina en tu día a día.
¿Qué es el Dry Brushing?
Cuando hablamos de cepillado corporal o dry brushing hablamos de una técnica proveniente de la India que consiste en la exfoliación y masaje linfático de nuestro cuerpo con la ayuda de un cepillo específico de cerdas gruesas.
Es muy importante realizar esta técnica con la piel y el cepillo secos, ya que la intromisión del agua en el proceso puede hacer que el proceso de exfoliación sea menos eficaz.
¿Cuáles son los beneficios del cepillado corporal?
Ya hemos expuesto en el punto anterior los motivos por los que el cepillado corporal o dry brushing funciona. Por ello, venimos a contarte todos los beneficios que puede aportarte incluir esta técnica en tu rutina.
- Exfoliar el cuerpo: estamos hablando de una técnica de exfoliación de lo más eficaz, ya que libera mejor los poros de las células muertas y favorece la renovación celular. También es muy útil poner en práctica esta técnica antes de poner en práctica la depilación, ya que ayuda a arrancar el vello que está comenzando a crecer y facilita su extracción independientemente del tamaño que presente.
- Estimula el sistema linfático: Nuestra piel es el órgano más grande del cuerpo. A través de ella, excretamos toxinas y residuos, por lo que el cepillado linfático se convierte en una técnica muy eficaz para limpiar nuestro cuerpo de residuos.
- Mejora el aspecto de la piel: Cuando realizas esta técnica, también estas ayudando a tu cuerpo a favorecer la circulación sanguínea. También evita la retención de líquidos y mejora el efecto piel de naranja.
- Maximiza el efecto de las cremas y tratamientos: ¿Cómo es posible? Al exfoliar la piel y liberarla de células muertas, estamos favoreciendo a que absorba de una forma más efectiva los ingredientes activos que apliquemos sobre ella.
¿En resumen? Estamos hablando de una técnica que te hace sentir mejor en todos los sentidos, pero debes tener algo en cuenta: la constancia es la clave para llevar a obtener ciertos resultados.
Cómo hacer dry brushing: paso a paso
No estamos hablando de una técnica compleja con la que debes seguir unas pautas muy marcadas, sino que cada persona, tras practicar varias veces, puede obtener su propia técnica.
Sin embargo, si es la primera vez que vas a llevar a cabo el dry brushing o cepillado corporal, te dejamos unos sencillos pasos a seguir para comenzar con esta rutina.
- Debes empezar desde tus pies, y subiendo hacia arriba con movimientos circulares.
- Cepilla todos tus muslos, y después, continúa por tus brazos con el mismo ritmo, dirección hacia los hombros.
- Evita aplicar mucha fuerza, buscamos movimientos suaves para no irritar nuestra piel.
- Utiliza un cepillo con cerdas suaves para evitar que tu piel pueda sufrir daños.
- Debes prestar atención a la zona del abdomen y el cuello, estamos hablando de áreas con mayor sensibilidad que nuestros brazos o piernas, por ello, asegúrate de llevar un cepillado suave en esas zonas.
- Evita la zona del pecho.
- Todo el proceso no debería durar más de 5 minutos.
Recuerda que todas las partes del cuerpo se benefician del tratamiento, asique, a excepción del pecho, ¡No te olvides de ninguna!
¿Y después del cepillado corporal?
Lo principal tras aplicar a tu piel esta técnica, es meterse en la ducha para así, eliminar todas las células que hay podido levantarse durante el cepillado.
Utiliza un gel de ducha suave, para que tu piel no note la sensibilidad post-tratamiento. Al salir de la ducha, no olvides utilizar tu crema hidratante de confianza para calmar tu piel y mantenerla hidratada.
¿Cada cuánto tiempo puedo exfoliarme la piel?
Estamos hablando de una técnica que puedes aplicar todos los días antes de la ducha, sin embargo, somos conscientes de que no todos los días tenemos 5 minutos extra para dedicar a nuestro cuerpo. Por ello, nuestra recomendación es que se lleve a cabo esta técnica entre 2 y 3 veces por semana para obtener resultados visibles a corto plazo.
No debes olvidar después de la ducha, aplicar en tu piel tu hidratante favorito para retener la humedad en la piel y favorezca el efecto del cepillado corporal.
Muchos expertos sugieren llevar a cabo esta técnica por la mañana, para aprovechar sus efectos estimulantes. Nosotros te recomendamos seguir la pauta de los expertos, pero sabemos que a veces no es posible, por eso tan solo queremos recomendarte que pongas a prueba el dry brushing en tu cuerpo, sin importar el momento del día.
¿Puedo llevar a cabo esta técnica todos los días? Por supuesto, sería genial poder dedicar todos los días al menos 5 minutos a mimar tu piel, aunque a veces puede llegar a ser excesivo. Cada piel es diferente, y por ello, tiene necesidades diferentes. Por ello creemos que debes escuchar a tu piel. Nadie mejor que ella sabe lo que necesitas.
¿En qué casos es mejor no hacer el dry brushing?
Antes de poner en práctica esta técnica, debes observar la piel de todo tu cuerpo. Identifica si tu piel muestra alguna anomalía como quemaduras, picazón o rojeces.
Por otro lado, no debes cepillar sobre lunares, verrugas o parches de la piel que puedan albergar lesiones, infecciones o cualquier tipo de inflamación.
Si tienes una piel muy sensible, o sufres condiciones tópicas como eczema o psoriasis, te recomendamos que evites llevar a cabo esta técnica.
Hemos hablado del “antes”, pero, no debes olvidar observar tu piel durante el tratamiento. Si notas que tu piel se irrita fácilmente con el cepillado, o de forma excesiva, deberás detener el tratamiento para evitar consecuencias mayores.
Recuerda también: la primera vez que llevas a cabo esta técnica, puede resultar algo molesta, sin embargo, cuando lo conviertes en rutina el cepillado corporal, este proceso resulta muy agradable.
¿Puedo exfoliarme el rostro en seco?
Debes saber que la piel de la cara resulta mucho más sensible en comparación con la del cuerpo, por ello desaconsejamos aplicar la técnica del dry brushing en el rostro.
¿Cómo limpio mi cepillo?
El cepillo que utilizamos para nuestra rutina de dry brushing también merece un cuidado específico, por ello, recomendamos que una vez a la semana laves las cerdas con javón suave y agua. Déjalo secar en un lugar seco y por supuesto, no lo compartas con otras personas para evitar cualquier riesgo de infección.
Ahora que ya conoces todos los puntos y trucos que debes saber para sacarle el máximo partido a esta técnica, puedes comenzar a ponerla en práctica cuando quieras. ¡Recuerda que todo lo que obtendrás son beneficios!
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