Olvídate del contouring, di hasta la vista al strobing. Si quieres disimular los brillos, los poros y las arrugas y además fijar el maquillaje. Di hola al baking.
Una piel aterciopelada y uniforme donde no se vean las imperfecciones. El baking es el nuevo estilo de maquillaje que está revolucionando el mundo beauty.
Esta no será la primera vez que escuches este término y tampoco la última. El baking es la nueva tendencia de maquillaje que ha llegado para quedarse. Las famosas líneas y contornos claros y oscuros del contouring y el ya popular storbing se van al segundo plano y entra pisando fuerte esta nueva técnica utilizada por los maquilladores más famosos.
El baking es un estilo de maquillaje basado en el uso de polvos translucidos. Con ellos se intenta disimular lo máximo posible las imperfecciones del rostro y a la vez fijar el maquillaje. Los expertos la utilizan y las famosas ya han dado su visto bueno a esta tendencia. Incluso las Kardashian fieles impulsoras del contouring han incorporado el baking a su rutina de belleza.
La aplicación correcta de esta técnica consiste en lograr una piel perfecta. El baking es utilizado para dejar la piel lisa y mate, cubriendo todas las manchas, imperfecciones, pequeñas arrugas y brillos. Por eso es conocido también como el efecto buena cara.
En gran cantidad y de forma estratégica. Así es como se aplican los polvos translúcidos en el rostro. Incidiendo en la zona T, las partes cubiertas con corrector y las zonas iluminadas. El baking se utiliza para fijar los productos de maquillaje y multiplicar su efecto en las zonas más señaladas de la cara. Olvídate de los polvos bronceadores, del brillo y los iluminadores. Porque el baking busca crear un efecto mate y una piel aterciopelada.
¿Cómo se aplica esta técnica?
Previo a su aplicación es aconsejable hidratar muy bien el rostro para evitar causar sequedad en la piel, lo que hará que esta se estropee y se resalten más las líneas de expresión. La hidratación es un aspecto muy importante en esta técnica, pues al utilizar polvos sueltos se corre el riesgo de que se acumulen en una piel poco cuidada marcando las imperfecciones. Se recomienda utilizar esta técnica en pieles jóvenes e hidratadas. Para ello no hay nada mejor que utilizar una crema hidratante de forma intensiva, con textura ligera y de buena absorción. Así conseguirás exprimir al máximo esta técnica.
Después de hidratar el rostro, aplica la base de maquillaje de forma uniforme. Sigue cubriendo con corrector las zonas oscuras de la cara, imperfecciones y ojeras que la base no haya corregido del todo. También puedes crear volúmenes incidiendo en las partes altas del rostro, difuminando el corrector hasta que se mezcle con la piel. Ahora llega el turno de los polvos translucidos, cubre con una buena cantidad de los mismos las zonas marcadas anteriormente con el corrector con la ayuda de una brocha.
Deja actuar a los polvos entre 5 y 7 minutos y verás como estos se integran con el calor de la piel y cubrirán las desigualdades y unificarán el tono de la cara. Cuando esto ocurra, retira la cantidad sobrante de los polvos translucidos con otra brocha. Y voilà, ya tendrás tu baking perfectamente realizado y podrás disfrutar de un maquillaje sin imperfecciones con acabado mate y aterciopelado.
Un acabado infalible y suave concentrado en una sola técnica que está triunfando en todo el mundo. Y tú ¿ya te has pasado al baking? ¿o sigues enganchada al contouring?
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