Por desgracia no todo el acné es igual…
El acné quístico es el tipo más severo y precisa de cuidados y tratamientos recomendados por dermatólogos.
Pero… ¿Sabemos identificarlo realmente? Y lo que es más importante, ¿sabemos tratarlo? Lo más probable es que la respuesta sea no.
El acné quístico es un acné mucho más severo en el que se forman nódulos y quistes que se manifiestan por lesiones nodulares y quistes a menudo dolorosos que afectan principalmente el rostro y el tronco.
Un motivo más que evidente para acudir al dermatólogo es padecer lesiones profundas, dolorosas y que drenan material sebáceo.
Hacerlo cuanto antes no solo mejora su estado, es la mejor opción para minimizar las secuelas.
Lo habitual es que esta situación tenga lugar en la adolescencia pero puede aparecer en edad adulta debido a cambios hormonales. Por este motivo suele ser más frecuente en mujeres.
Lo habitual es que con el paso de la adolescencia el acné vaya desapareciendo, pero en el caso del acné quístico este se vuelve más crónico y persiste en el tiempo, por lo que encontrar un tratamiento médico adecuado es la única solución.
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¿Cuáles son las causas de su aparición?
Por desgracia no hay un motivo concreto, el acné quístico tiene lugar por causas multifactoriales: un exceso de producción de sebo, alteraciones hormonales, sobrecrecimiento bacteriano que favorece la respuesta inflamatoria y una tendencia genética al taponamiento folicular y como consecuencia da lugar a la formación de quistes.
Tratamientos, ¿qué ayuda a su desaparición?
Sin duda es el acné más difícil de tratar y es necesario acudir en primer lugar al dermatólogo para realizar un estudio de la piel y ver en qué estado se encuentra.
Habitualmente resulta útil el uso de antibióticos tópicos y sistémicos, productos anticomedogénicos como los retinoides tópicos, el peróxido de benzoílo o el ácido salicílico y en algunos casos se precisa de tratamiento hormonal.
Más allá del tratamiento recomendado por el dermatólogo, es importante adoptar una rutina diaria que no provoque el empeoramiento del acné quístico.
Es importante tener una buena higiene facial a base de jabones específicos y exfoliantes suaves que eliminen las células muertas que pueden producir el taponamiento folicular.
La crema hidratante es otro punto importante, esta debe ser oil free y no comedogénicas.
Lo que no debes hacer
Evita exfoliantes severos o abrasivos así como manipular manualmente las lesiones,. Esto solo puede provocar otras nuevas además de infección y la aparición de cicatrices.
La conclusión es sin duda sencilla. Si sospechas que padeces acné quístico, lo que debes hacer es acudir cuanto antes al dermatólogo para encontrar el tratamiento adecuado a tu caso y prevenir así las secuelas de este problema dermatológico.
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